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Enfermera en formación: Cómo la lucha de Kelly Lizano contra el cáncer inspiró su vocación

Bienvenidos al primer artículo de “Su Fuerza. Nuestras Palabras.” En esta sección, compartimos la historia de Kelly Lizano, una joven de 24 años que enfrentó el miedo de muchos, sobrevivió y, a pesar de todo, destacó en sus estudios para convertirse en enfermera.


Al inicio de cada entrevista con las increíbles mujeres que comparten sus historias, les pedimos que definan una palabra que represente su esencia. Para Kelly, esa palabra fue resiliencia. Pero cuando le preguntamos que la definiera más a fondo, eligió otra: adaptación. La vida de Kelly ha sido un ciclo imparable de cambios y obstáculos, los cuales ha tenido que enfrentar con una fuerza inquebrantable.


La historia de Kelly comienza cuando ella tenía solo 16 años. Creció en Perú, donde se graduó del colegio y, por casualidad, aplicó a una universidad, convencida de que no la elegirían. Cuando fue seleccionada, se sintió tanto sorprendida como emocionada. A los 16 años, Kelly decidió estudiar comunicaciones y marketing, ya que le encantaba la idea de conectar con las personas y crear experiencias significativas, una pasión que con el tiempo la llevaría a la


Pero, a medida que se acercaba su tercer año universitario, la pandemia de COVID-19 dio un giro al mundo. En 2020, Kelly se encontró aislada en casa, todos estuvimos inevitablemente atrapados y muy aburridos. Fue en este momento que comenzó a sentirse mal y notó un bulto cerca de su clavícula. Cuando las restricciones comenzaron a relajarse, fue al hospital. Viviendo en un pequeño pueblo de Perú con opciones médicas limitadas, le aconsejaron viajar a Lima, la capital, para realizarse más pruebas.


Este fue el primer gran cambio en la vida de Kelly: tuvo que adaptarse del silencio de su pueblo a la acelerada vida de Lima. El ajuste fue abrumador para ella, y recuerda haber sentido que la vida en Lima “se movía mucho más rápido”. Tras varias pruebas, Kelly y su familia esperaron ansiosos los resultados. El diagnóstico llegó: linfoma de Hodgkin.


A pesar de la terrible noticia, Kelly recibió la tranquilidad de que, debido a su juventud, con tan solo 19 años, podría recuperarse completamente con tratamiento y que no tenía “nada de qué preocuparse”. Pero esto fue solo el comienzo de un largo y difícil camino.


Kelly tuvo que abandonar sus estudios a mitad de su tercer año universitario y reorganizar su vida. Comenzó un tratamiento de quimioterapia que parecía ayudar al principio, pero con el paso del tiempo, debido al trauma vivido, se volvió extremadamente consciente de su cuerpo y comenzó a revisar constantemente señales de mejoría. Eventualmente, apareció otro bulto en su cuello, lo que confirmaba que el cáncer se había expandido.


Kelly en el hospital
Kelly en el hospital

Este revés requería un tratamiento mucho más fuerte. Kelly lo describió como “horrible” y “lo más difícil que había soportado”. El tratamiento destruyó su cuerpo: pasó días sin comer y perdió 18 kg en el proceso. A pesar del desgaste físico, Kelly se mantuvo esperanzada, ya que el tratamiento parecía estar dando resultados.


Sin embargo, la batalla no había terminado. Apareció otro bulto en su cuello, confirmando que el cáncer seguía propagándose. Los médicos de Kelly en Lima le informaron que necesitaba una medicación que no estaba disponible en Perú. Un médico le dijo de manera directa que, si ella podía salir del país, aún tenía una oportunidad y que no debía desperdiciarla. Con la ayuda de su familia en España, Kelly tomó la decisión que cambiaría su vida: viajar a Madrid en el verano de 2021.


En tan solo una semana, Kelly recogió toda su vida, preguntándose “¿cómo uno mete su vida en una sola maleta?”. Su madre, quien había sido su apoyo incondicional, dejó su trabajo por un año para acompañarla. Lo más difícil fue despedirse de su padre, quien más tarde también sería diagnosticado con cáncer. Ese fue el último abrazo que Kelly le dio a su padre, recordando la mirada de “orgullo” en su rostro, un momento que nunca olvidará.


Al llegar a España en septiembre de 2021, el tratamiento de Kelly comenzó casi de inmediato. Conoció a un médico que ella describió como “realmente maravilloso” y “muy bueno”, quien le confirmó que el tratamiento que necesitaba estaba disponible allí. Después de unas pocas rondas, Kelly comenzó a sentirse más fuerte y saludable, y pronto estuvo lista para un trasplante.


Esta operación requirió 10 días de aislamiento, 10 días en los que Kelly estaba muy sola. A pesar de estar en su mejor momento médico, experimentó un declive en su salud mental, algo que había descuidado por un tiempo. Sintiendo una evidente soledad y vulnerabilidad, Kelly comenzó a tener ataques de pánico y, en su punto más bajo, se sintió culpable por todo el dolor que su familia había sufrido por su causa. Llegó a un punto en el que sintió que “no podía más”.


Fue entonces cuando Kelly vivió lo que ella llama su “milagro definitivo”. Una enfermera visitó su habitación después de uno de sus ataques de pánico. Al hablar con Kelly, ambas se dieron cuenta de que venían del mismo pueblo en Perú. La enfermera había sido vecina de Kelly. Esta conexión le levantó el ánimo y, a medida que otras enfermeras de Perú la visitaban durante el aislamiento, su motivación creció. Con su ayuda, Kelly logró superar el período de aislamiento y, poco después, derrotó al cáncer.


Kelly con su madre tras superar el trasplante
Kelly con su madre tras superar el trasplante

Esta enfermedad y sufrimiento se convirtieron inevitablemente en el punto de inflexión en la vida de Kelly. Agradecida por las enfermeras que la habían cuidado y por todo el amor que había recibido, Kelly se dio cuenta de que quería convertirse en enfermera. Durante su tiempo en Lima, siempre encontró formas de ayudar a los demás, incluso siendo consciente de que ella misma estaba enfrentándose a su propia lucha. Notaba a pacientes en condiciones peores que las suyas y los ayudaba, llevando ropa extra y bufandas a quienes esperaban en largas colas, e incluso dejaba que la gente pasara delante de ella para recibir atención médica. Esta necesidad constante de ayudar fue lo que la llevó a su obvia decisión de seguir la carrera de enfermería.


Cuando le preguntamos a Kelly qué consejo le daría a su yo adolescente, ella dijo: “Le diría a mi yo de 15 años que crea en sí misma. Que crea que puede hacer todo lo que se proponga.” Ella entiende los desafíos que enfrentan las jóvenes de hoy, ya que luchó con un trastorno alimenticio a los 15 años y una relación tóxica a los 18. Agradece el apoyo de sus compañeras de clase para superar estos desafíos y ahora reconoce lo vital que es el apoyo y lo difícil que es alcanzar la fortaleza.



Kelly graduada de su curso como auxiliar de enfermeria
Kelly graduada de su curso como auxiliar de enfermeria

La historia de Kelly no es solo sobre resiliencia. Se trata de amor, apoyo y adaptación, lo que más le llamó la atención durante los momentos más difíciles de su vida. A los 24 años, es prueba de que, no importa cuántas veces la vida te derribe, con resiliencia y el amor de quienes te rodean, siempre puedes levantarte.


Escrito por: Daniela Caro     Entrevistado por: Daniela Caro 

– Gracias Kelly por compartir tu increíble historia ♥️

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